Por: Nicolás Antiporovich

Periodista especializado en criptomonedas

El mundo de las criptomonedas va mucho más allá de Bitcoin y Ethereum, que son probablemente los activos digitales más reconocidos.

Sitios web como CoinMarketCap o CoinGecko contabilizan más de 10.000 criptoactivos. Cada uno de ellos tiene características particulares (y muchos de ellos no son más que copias del código fuente de otros ya existentes a los que simplemente se les cambia el nombre y la imagen que los identifica).

Un grupo especial de tokens criptográficos se destaca en este multifacético ecosistema y es el de las stablecoins (cuya traducción al español es “monedas estables”). Estas son representaciones digitales de otros activos ya existentes, como alguna moneda fiduciaria (generalmente el dólar), un bono, o un metal precioso.

Las stablecoins más reconocidas y con mayor capitalización de mercado son USDT, emitida por la empresa Tether, y USDC, emitida por la compañía Circle. Ambas mantienen paridad en su cotización con el dólar estadounidense.

Los usos de las stablecoins son diversos. Sirven para hacer trading en exchanges, para hacer pagos internacionales y también para ahorro, como reserva de valor.

En Argentina, por ejemplo, suele referirse a estas monedas digitales como “dólar cripto” y constituyen una manera legal de dolarizarse y eludir así las restricciones cambiarias existentes en el país.

Ramiro Raposo, VP de Growth de la compañía Bitwage, ha confirmado, con relación a los pagos recibidos por freelancers argentinos en criptomonedas (principalmente stablecoins): “parte lo reciben en su cuenta de exchange o cuenta bancaria en pesos a valor dólar libre, para sus gastos cotidianos y el resto en dólar digital en una billetera cripto descentralizada para atesorar valor'.

USDT es la Stablecoin dominante y los reguladores lo saben

Si se considera su capitalización de mercado, USDT es la stablecoin dominante. Posiblemente en esto haya influido el efecto de red, dado que fue una de las primeras stablecoins, lanzada en 2014 (inicialmente en Omni, una red lateral de Bitcoin). En cambio, USDC es más reciente. Su lanzamiento se realizó en 2018, en la red Ethereum.

El siguiente gráfico provisto por CoinMarketap, muestra la capitalización de mercado de las principales stablecoins. El dominio de USDT resulta evidente.

Capitalización de mercado de las principales stablecoins. Fuente: CoinMarketCap.

Capitalización de mercado de las principales stablecoins. Fuente: CoinMarketCap.

Al ver el gráfico, cualquiera podría pensar a simple vista que USDT tiene la victoria asegurada. Pero no todo es tan sencillo.

USDC es emitida por Circle, una empresa legalmente registrada en los Estados Unidos de América (principal potencia económica mundial). Tether, por su parte, es una empresa registrada en las Islas Vírgenes británicas, consideradas un paraíso fiscal.

Lo anterior, no es un dato menor. El mundo de las finanzas ya aceptó la existencia de las criptomonedas como un actor de peso y lejos está, como ocurría años atrás, de intentar prohibirlas o ignorarlas.

Actualmente, los organismos de control a nivel internacional buscan aceleradamente captar bajo normas regulatorias a las criptomonedas. Y las stablecoins (por la facilidad que ofrecen para realizar pagos) son uno de los principales “blancos” de los reguladores.

La ventaja competitva de USDC: su reputación

En ese aspecto, al estar bajo el “paraguas” de los reguladores estadounidenses y hacer esfuerzos por cumplir con las normativas que se le exigen, USDC toma una posición de considerable ventaja. Esto, en los próximos meses o años, podría hacerle ganar mayor cuota de mercado.

Aunque, tanto USDT como USDC publican periódicamente pruebas de reserva auditadas por empresas especializadas, USDC tiene un mejor historial.

Es que USDT ha tenido varios pleitos legales en el pasado, con respecto a su transparencia en relación con su reserva de respaldo. Por varios años, la compañía se mostró poco abierta con la idea de mostrar su funcionamiento interno o cómo estaban respaldados los fondos de USDT. Actualmente, en su sitio web pueden verse pruebas de reservas, pero, esa “mancha” en su historial no es tan fácil de limpiar.

Vale aclarar que esta falta de transparencia en el pasado no eran solo rumores. En 2021, la Commodity Futures Trading Commission (CFTC) estadounidense multó a Tether con 41 millones de dólares por hacer declaraciones que consideró engañosas sobre sus reservas.

Por su parte, el Fondo de Reserva de USDC es administrado parcialmente por BlackRock, la compañía de gestión de activos financieros más grande del mundo. Resulta evidente que en materia de reputación (lo cual es primordial de cara a los organismos reguladores), Circle se impone notoriamente sobre Tether.

Como si todo esto fuera poco, Circle apunta a tener acciones cotizando en bolsas de valores estadounidenses. Al momento de esta publicación, está en tratativas con la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) del país norteamericano con el fin de obtener la autorización para lanzar una oferta pública inicial.

El equilibrio entre innovación y regulación

En conclusión, la evolución del mercado de criptomonedas refleja un constante equilibrio entre innovación y regulación. La rivalidad entre USDT y USDC no solo resalta la competencia tecnológica y comercial, sino también la importancia creciente de la transparencia y la conformidad con las normativas.

A medida que las criptomonedas se integran más en el sistema financiero global, la confianza y la legitimidad se vuelven factores determinantes para su adopción y éxito a largo plazo. La trayectoria de USDC y las perspectivas a futuro sugieren que, en un mundo cada vez más regulado, el cumplimiento de las normativas puede ser tan relevante como la propia tecnología subyacente.

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