La sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil estableció la forma en que la ex cónyuge demandada debía pagar el canon locativo del inmueble sede del hogar conyugal (bien propio de su exmarido) que ocupa junto a la hija de ambos, quien alcanzó la mayoría de edad.

En el caso, “S., N. S. demandado: G., A. B. s/ fijación y /o cobro de valor locativo”, el actor reclamó la fijación de un canon locativo respecto de su inmueble que fue sede del hogar conyugal contra su ex-cónyuge. En él, residía también la hija menor de ambos.

El fallo de primera instancia

El magistrado de primera instancia condenó a la demandada al pago de una compensación por el uso exclusivo del inmueble, cuyo monto se establecerá en la etapa de ejecución de sentencia.

El canon se fijó con efecto retroactivo a la fecha de notificación de la demanda.

Asimismo, resolvió que, el actor perciba el 50% del canon desde la fecha en que la hija menor alcanzó la mayoría de edad (es decir, a los 18 años), hasta que cumpla 21 años (cuando opera el cese de la cuota alimentaria).

A partir de allí, ordenó que el monto compensatorio sea del 100% del valor y se extienda hasta que la demandada desocupe el bien, se compense con otro u otros bienes, o cese su uso exclusivo.

Contra el pronunciamiento se alzaron ambas partes.

Las apelaciones de las partes

El pretensor se agravió porque se le reconoció solo el 50% del canon locativo hasta la mayoría de edad de su hija menor de edad. Adicionalmente se agravió del plazo desde que se adeuda la compensación, solicitando que se compute desde la fecha de la mediación en lugar de la fecha notificación de la demanda.

En tanto, la demandada se quejó sosteniendo que se trataba de un inmueble ganancial, que no debía abonar canon locativo alguno hasta la mayoría de edad de la hija menor en común.

Se agravió también porque, desde su punto de vista, el actor consintió expresamente que el inmueble se le atribuya a ella y a la hija menor de ambos.

La decisión de la Cámara

Los camaristas Lorena Maggio, Claudio Ramos Feijoó y Roberto Parrilli explicaron que en el expediente conexo se resolvió que el inmueble es bien propio del actor.

De acuerdo a las pruebas presentadas en la causa, entendieron que no había dudas de que el actor consintió que su hija menor viva junto a la madre y hasta la mayoría de edad en el inmueble de su titularidad y de carácter propio de éste.

La demandada solicitó no abonar canon locativo alguno al actor hasta los 21 años de edad de la hija menor en común, que se alcanzó durante la sustanciación del juicio.

Desde ese punto de vista, no había controversia en que la demandada convive con su hija en un inmueble propiedad del actor ni que era la mujer quien estaba al cuidado, sin perjuicio del régimen de comunicación con su progenitor.

Qué establece el Código Civil para estos casos

“De acuerdo al Código Civil y Comercial, cuando uno de los cónyuges reside en el inmueble sede del hogar conyugal, el magistrado actuante se encuentra facultado para fijar una compensación a favor de aquél que se encuentra impedido de utilizarlo una renta compensatoria por el uso del inmueble”, explicaron los camaristas.

“Para la fijación del canon en cuestión es primordial tener en cuenta la calificación y el carácter del bien. Asimismo, si en el inmueble habitan hijos con derecho alimentario dicha circunstancia es fundamental, pues la vivienda puede integrar la prestación alimentaria que corresponde a los progenitores” remarcaron.

En ese sentido, agregaron que “al admitirse en ocasión del divorcio que los niños vivan con su madre en el mismo domicilio que lo hacían antes de ese momento y que ello pudiere implicar la atribución del hogar conyugal, lo que es viable, no permite extrapolar que refleje la intención de renunciar a percibir un canon locativo por ese uso, lo cual el mismo artículo 444 del Código Civil y Comercial de la Nación permite fijar -ya sea de oficio o a petición de parte interesada- cuando se atribuyó el uso de la vivienda a uno de los ex cónyuges”.

El Código Civil y Comercial no hace distinciones sobre la calificación del bien, añadieron los magistrados, por lo que uno de los cónyuges puede solicitar judicialmente al otro la determinación y el pago del canon locativo desde el inicio de la crisis conyugal, compensatorio del uso del inmueble -ganancial de cualquiera de los cónyuges o propio del peticionario- del que se ve privado.

Así, a fin de evitar que se produzca un abuso del derecho, el Código prevé la posibilidad de que el juez establezca una renta compensatoria por el uso de la vivienda.

“La obligación de pagar alimentos, no obstaculiza a que, si se reclama, el ex cónyuge que habita ese lugar deba pagar un canon por la parte que se ocupa de ese departamento, si bien, para su fijación, deberá tenerse en cuenta también la ocupación que hacen de ese inmueble los hijos en común”, enfatizaron.

Si en el inmueble habitan hijos con derecho alimentario dicha circunstancia es fundamental, pues la vivienda puede integrar la prestación alimentaria que corresponde a los progenitores.

En virtud del principio de solidaridad familiar, ordenaron que “la obligación de pago por compensación por canon locativo opere desde que la hija de las partes cumpliera la mayoría de edad- es decir 18 años-; y desde los 18 años y que hasta que la joven cumpliera los 21 años el monto de dicha compensación sea del 50%'.

A partir de allí, remarcaron que el monto compensatorio que abone la demandada sea del 100% sobre del valor que oportunamente se establezca en la etapa de ejecución; y se extenderá hasta que la mujer desocupe el bien, se compense con otro u otros bienes, o cese su uso exclusivo.

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