En el fallo “Varas, Guillermo Oscar C/ Banco de la Provincia de Córdoba S.A y Otro”, la Cámara 8° Civil y Comercial de Córdoba confirmó la responsabilidad de la entidad bancaria por este ataque informático, pero revocó la sentencia en cuanto a la atribución de responsabilidad a Google por mostrar como primer resultado de internet un sitio web que simulaba ser la página de un banco.

Hechos

El actor (Varas) tenía una cuenta bancaria en el Banco de la Provincia de Córdoba (Bancor) y mediante una búsqueda en este buscador, entre los primeros resultados, apareció un anuncio publicitario que lo llevó a un sitio web falso que simulaba ser la página oficial del banco. Sin darse cuenta de que era una dirección web falsa, el Sr. Varas ingresó sus claves bancarias en la página y terminó siendo víctima de phishing. Con el acceso a sus claves, le habían sustraído dinero mediante transferencias.

Inmediatamente, el damnificado se puso en contacto con el Banco de Córdoba para reportar lo sucedido y solicitar ayuda. Sin embargo, el banco no le brindó una respuesta satisfactoria ni le ofreció una solución para recuperar su dinero. Ante esta situación, decidió iniciar acciones legales contra el Banco de Córdoba y Google LLC, ya que consideraba que ambas empresas tenían responsabilidad en lo sucedido.

La parte actora argumentaba que el banco no había implementado las medidas de seguridad necesarias para evitar este tipo de estafas, y que Google había publicitado el sitio web falso en su buscador.

Apelación

En primera instancia, la justicia admitió el reclamo y condena tanto al banco como a Google a abonar en forma solidaria los conceptos relativos al daño emergente; daño moral y daño punitivo.

Disconformes con esa decisión, ambas empresas presentan sendos recursos de apelación.

En su apelación, Google presentó los siguientes argumentos:

1. La actividad de los buscadores no es riesgosa.

2. El servicio de búsqueda está protegido por la libertad de expresión.

3. No se le puede aplicar el estatuto del consumidor.

En primer lugar, la compañía alegaba que la sentencia se basa en una interpretación errónea al considerar que la actividad de los buscadores es 'riesgosa'. Sostiene que la actividad no puede considerarse riesgosa por sí misma, ya que el daño al usuario se origina en el ilícito de un tercero.

En segundo lugar, argumentaron que el veredicto ignora que el servicio de búsqueda que presta está comprendido en la garantía constitucional que protege la libertad de expresión. Por lo cual, no puede ser responsabilizada por una eventual infracción a la ley o lesión de derechos derivada de contenidos alojados en páginas web que le son ajenas.

En tercer lugar, sostenían que la resolución era errónea al pretender aplicar al buscador la normativa consumeril en cuanto a los resultados de búsqueda. Expusieron que no es el propietario, ni distribuidor, ni participa de la cadena de comercialización de los servicios bancarios que provee Bancor, y que es ajeno al contrato entre el actor y su banco.

La sentencia de segunda instancia: ¿Por qué Google no es responsable por el contenido de terceros?

El tribunal consideró que, al contrario de la postura de Google, sí existe una relación de consumo entre el actor y el buscador, ya que la actividad de esta última se enmarca como proveedora de servicios de búsqueda de información.

No obstante, señaló el juzgado, siguiendo la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los casos 'Rodríguez, María Belén' y 'Gimbutas, Carolina Valeria'; los motores de búsqueda sólo son responsables por el contenido de terceros cuando tienen 'conocimiento efectivo' de la ilicitud de ese contenido y no actúan diligentemente para eliminar o bloquear los enlaces pertinentes.

En el caso bajo análisis, no se demostró que Google tuviese conocimiento efectivo de que el enlace web en cuestión lesionaba derechos de terceros. Por lo tanto, el tribunal consideró que no se cumplían los requisitos para atribuir responsabilidad a Google LLC.

En resumen, la justicia cordobesa, en línea con la jurisprudencia de la Corte Suprema, ha establecido que Google no es responsable por el contenido de terceros a menos que tenga conocimiento efectivo de su ilicitud y no actúe diligentemente para remediarlo.

Responsabilidad bancaria y obligación de seguridad

Si bien la Cámara confirma la condena contra la entidad bancaria, es importante destacar que en esta sentencia se analiza el carácter de la obligación de seguridad que tienen los bancos.

Al contrario de lo que sostenía Bancor, la Justicia determinó que los bancos tienen una obligación de resultado. En palabras del tribunal, “ (...) en particular los bancos, asumen el rol de custodio de los fondos de sus clientes, es decir su función consiste en mantener a salvo el bien en resguardo, erigiéndose entonces en una obligación de resultado conforme lo establece el art. 1723 del Cód. Civil y Comercial, (...)”

Además, profundizó en la obligación de seguridad al señalar que: “Los servicios que ofrece el Banco inciden de manera directa sobre el patrimonio del usuario de los servicios financieros. Es por ello que el sistema informático que maneja el ingreso remoto de clientes al sistema bancario es una cosa riesgosa, ya que, como en el caso, con un simple ardid ciertos terceros logran defraudar a clientes. Entonces, lo expuesto torna aplicable un sistema de responsabilidad objetiva y solidaria, para cuya exención cabe invocar y acreditar caso fortuito o fuerza mayor, hecho del damnificado o el de un tercero extraño por el cual no debe responder.”

¿Se podría aplicar algún eximente de responsabilidad?

Uno de los argumentos del banco era que no debía responder por el hecho del damnificado en tanto había sido éste quien proporcionó las claves en un sitio web falso. Sin embargo, el tribunal rechaza este argumento y sostiene que “ (...) la facilitación de las claves a través de un engaño conforma una de las distintas vicisitudes que el banco debió prever como parte del riesgo de la operatoria digital. (...) En este caso, la no adopción de las medidas de seguridad por el Banco demandado (v.gr. la detección temprana de páginas espejo fraudulentas) determina que la eximente “culpa de la víctima” no se configure en este caso. (...) ”.

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