Durante la primera jornada del debate presidencial que se llevó a cabo el 1 de octubre de 2023, el candidato Sergio Massa, actual ministro de Economía, dijo: «Vamos a poner en marcha la moneda digital argentina».

El funcionario detalló: «así como tus hijos plantean en su economía de plataformas la posibilidad de comerciar con el celular o con la tarjeta, lo vamos a hacer de manera global para toda la Argentina».

Añadió el ministro que esa moneda digital estará «acompañada de una ley de blanqueo que permita que aquellos que tienen dinero en el exterior lo puedan traer y usar libremente sin nuevos impuestos».

Además, según los dichos de Massa, el gobierno le otorgará exenciones fiscales a quienes empleen esa moneda digital.

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Una CBDC «Made in Argentina»

La propuesta, aunque se percibe como novedosa en el ámbito argentino, no lo es en el plano internacional. Hace años que gobiernos y bloques económicos de diversas partes del mundo debaten sobre las CBDC (siglas en inglés de «moneda digital de banco central»).

Las CBDC son representaciones digitales de las ya existentes monedas nacionales. Pueden funcionar en redes blockchain distribuidas o, como ocurre en la mayoría de los casos, en bases de datos centralizadas en poder del gobierno (o de quien el gobierno designe como administrador).

El caso más conocido de CBDC es China que tiene su yuan digital (o e-yuan) en etapa de pruebas. Pero también existen monedas digitales emitidas por bancos centrales de otros países. El más avanzado probablemente sea el Sand Dollar (o dólar de arena), que es la moneda digital de Bahamas.

Una de las principales características de una CBDC es que permite el seguimiento de los movimientos financieros de una persona o entidad, por parte del Estado. Con este sistema no son posibles las transacciones anónimas. Esto, según el punto de vista que se adopte, podrá percibirse como una ventaja o una desventaja con respecto al dinero en efectivo.

Un proyecto del Contador Carlos María De Los Santos

Es cierto que el tema cobró relevancia este domingo, con las promesas de Massa en el debate electoral. Pero no se trata de una idea reciente. Incluso, desde el Congreso de la Nación ha buscado impulsarse su visibilidad, meses atrás.

El día 3 de agosto, los diputados del Frente de Todos, Juan Manuel Pedrini, María Luisa Chomiak, y Aldo Adolfo Leiva, presentaron un proyecto de resolución con el que se busca declarar de interés de la Cámara de Diputados «la estructuración del peso digital argentino (PAD)». Allí se detalla que esta estructuración está «plasmada en el compendio digital escrito por el contador Carlos María de los Santos».

Se añade en ese proyecto de resolución que el peso digital «plantea temas relevantes como la desaparición de la evasión fiscal, dado que las operaciones transaccionales quedan totalmente registradas, como el de contar con bancos proactivos que defiendan el ahorro y den créditos accesibles al financiamiento de la economía real».

En un compendio escrito por el mencionado contador se observa que, a las supuestas ventajas mencionadas por los diputados se le agrega que este peso digital argentino permitiría rediseñar las políticas financieras de la Nación.

Dice Carlos María de los Santos: «(…) Y de esta manera, a partir de una decisión del Estado, poder encarar un proceso de crecimiento sostenible con un desarrollo inclusivo que deje atrás esta grave crisis por la que atravesamos los argentinos». Para el contador, su creación permitiría innovar el esquema de intereses, crear nuevas modalidades para acceder al crédito e incluso desarrollar lo que denomina «políticas antiinflacionarias convergentes».

Críticas y rechazos a la propuesta de Massa

Tal como era de esperarse, una propuesta que impacta de modo directo en la vida (y más precisamente en «el bolsillo») de los habitantes de toda una nación, provocó inmediatas reacciones. Así como desde el actual oficialismo ha habido voces de apoyo (entre ellas la de los diputados que intentan declarar el tema de interés legislativo), también hay quienes se expresaron negativamente.

Para el diputado y candidato a presidente por la alianza La Libertad Avanza, Javier Milei, un peso digital «es una herramienta extremadamente peligrosa». En entrevista con el periodista Eduardo Serenellini, para Radio Continental, el político libertario dijo que, con algo así, «el gobierno podría ‘trackear’ tus operaciones y, de esa forma, cobrarte más impuestos».

También se manifestó en contra del proyecto la ONG Bitcoin Argentina. Rodolfo Andragnes, cofundador de esa ONG lamentó «la falta de consultas previas a organizaciones idóneas en el tema para lanzar esta idea». De todos modos, señaló que por ahora «no es más que un proyecto» y «no existe, hasta el momento, un programa a seguir en concreto donde se mencione cómo podría afectar a instituciones financieras privadas, por ejemplo».

Según el presidente de la organización, Ricardo Mihura, «la propuesta de una moneda centralizada controlada exclusivamente por el gobierno a través del Banco Central (…) es algo demasiado complejo y controversial como para ser lanzado en el tramo final de una campaña electoral». Añadió que «ninguno de los países que lo vienen estudiando ha podido aún llegar a un modelo operativo y sostenible». Para concluir, instó a los argentinos «a no dejarse engañar o confundir por una propuesta de CBDC que es totalmente superficial e infundada». De acuerdo con él, «muy probablemente termine funcionando como un experimento de ingeniería social extremadamente peligroso».

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