Por: Viviana C. Di Pietromica

I - Consideraciones preliminares

Si bien suele identificarse a los escribanos con los agentes de retención y de percepción de impuestos, y asignárseles similar tratamiento tributario, desde hace ya largo tiempo soy de la opinión de que los referidos profesionales, al momento de intervenir como tales en el otorgamiento de escrituras en las que se verifican hechos imponibles, actúan como agentes de recaudación. Ello, en tanto no encuadran técnicamente en la definición de agentes de retención y/o de percepción, pues no son, respecto del hecho imponible que se verifica y que es objeto de la operación o acto instrumentado, ni acreedores ni deudores de los contribuyentes y, por tanto, ni adicionan ni restan importe tributario alguno de sumas de dinero que deban entregarle o recibir de tales sujetos pasivos.

Pero, más allá de lo afirmado precedentemente, cierto es que ese tratamiento similar que la normativa tributaria les asigna se vincula con la particular situación en la que se encuentran, y constituyen un enlace muy útil para el Fisco en sus funciones de fiscalización y recaudación. Por tal razón es que nuestro régimen tributario prevé diversos regímenes de retención e información en los que los notarios deben recaudar ciertos tributos e informarlos. La multiplicidad de regímenes que pueden advertirse en todos los niveles de gobierno, fundamentalmente en el orden nacional y en el provincial, los somete a la observancia de también múltiple normativa, con sus propios plazos de vencimiento, modalidades y condiciones o requisitos, cuyo incumplimiento puede acarrearles severas sanciones tributarias con proyección en el ámbito disciplinario.

La última reforma tributaria implementada a través de la ley 27743, denominada “Medidas fiscales paliativas y relevantes”, trajo a los escribanos la novedad de la derogación del impuesto a la transferencia de inmuebles y, por ende, de su deber de recaudación de dicho tributo. Esta “buena” noticia se sumaba al hecho de que la incorporación de los impuestos cedulares en el inciso 5) del artículo 2 de la ley del impuesto a las ganancias (LIG) no tuvo su reflejo en ningún deber de retención a cargo de los escribanos.

Sin embargo, por conducto del artículo 61 de la citada ley 27743, se ha establecido un régimen de retención de un impuesto respecto del cual el escribano nunca tuvo nada que ver. Me refiero al impuesto sobre los bienes personales, más propiamente al impuesto adicional previsto en el régimen especial de ingreso del impuesto sobre los bienes personales (REIBP), en los casos de instrumentación de donaciones y otro tipo de liberalidades.

Veamos, entonces, los principales rasgos del régimen de recaudación de impuesto nacionales a cargo de los escribanos hoy en día. Todo ello, sin perder de vista que estamos atravesando un proceso de transición entre la disuelta Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la flamante Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), creada mediante el decreto 953/2024.

Y además:

II - Impuesto a las ganancias. Impuesto cedular (enajenación de inmuebles y transferencia de derechos sobre inmuebles)
II - 1. Lineamientos generales
II - 2. Régimen de retención. Certificados
III - Impuesto a la transferencia de inmuebles. Impacto de su derogación
IV - Régimen especial de ingreso del impuesto sobre los bienes personales (REIBP)
IV - 1. Impuesto adicional por donaciones y otro tipo de liberalidades. Régimen de retención
V - Breves palabras finales

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