En los autos “Confederación Farmacéutica Argentina y otro c/ EN-DNU 70/23 s/proceso de conocimiento”, la Sala I de la Cámara Contencioso Administrativo Federal, resolvió hacer lugar a la medida cautelar solicitada y, en consecuencia, disponer la suspensión de los efectos de los artículos 313, 314, 315, 316, 317, 319, 320, 321, 323 y 324 del decreto de necesidad y urgencia 70/2023 y de las resoluciones reglamentarias y modificatorias que se hubieren emitido con posterioridad hasta el dictado de la sentencia definitiva.

Esto tiende a tutelar los derechos de la parte actora relativos al ejercicio de la profesión y, simultáneamente, a garantizar la tutela del derecho a la salud de la población.

Objeto de la demanda

La Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) y la Federación Farmacéutica Argentina (FEFARA) presentaron una acción declarativa de inconstitucionalidad contra el Estado Nacional (Poder Ejecutivo) buscando que se declaren inconstitucionales y nulos los artículos 313 a 325 del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023.

Las actoras alegaron que los artículos impugnados vulneran los derechos de los farmacéuticos a ejercer su actividad profesional, la cual está vinculada a la dispensación de medicamentos en manos de profesionales habilitados como un bien social esencial para la protección de la salud y la vida de las personas.

El fallo de primera instancia

El juez desestimó el pedido de medida cautelar, en tanto no se aprecia que lo dispuesto por el custionado DNU “produzca en concreto una situación de riesgo sanitario”.

La apelación de la parte actora

Las representantes farmacéuticas apelaron la decisión del juez de primera instancia, argumentando, entre otras cosas, que las modificaciones introducidas por el DNU 70/2023 habilitan la venta de medicamentos fuera de las farmacias sin supervisión farmacéutica, eliminan controles sanitarios esenciales y ponen en riesgo la salud pública.

La decisión de la Cámara

Las juezas Clara M. do Pico y Liliana M. Heiland entendieron que el pedido de tutela cautelar formulado debe ser parcialmente admitido, ya que “tanto los fines que se persiguen en el decreto desregulatorio como las consecuentes previsiones específicas contenidas en los artículos 313, 314, 315, 316, 317, 319, 320, 321, 323 y 324 parecen desentenderse de la circunstancia atinente a que la materia involucrada en la actividad farmacéutica trasciende los aspectos económicos o comerciales a los que allí se alude” y que la gestión de dicha actividad cumple una función sanitaria, encontrándose en juego la tutela de la salud pública.

“Se aprecia provisionalmente entonces que las modificaciones que fueron introducidas por el decreto de necesidad y urgencia relativamente a la reglamentación del expendio de medicamentos, la regulación del ejercicio de la profesión de farmacéutico, las condiciones de funcionamiento de los locales y el poder de policía en materia de salubridad revelan por un lado, un desapego del potencial riesgo sanitario de la habilitación y venta de medicamentos fuera de las farmacias y, por otro lado, una desatención del rol trascendental que desempeña la figura del farmacéutico en el sistema”, añadieron las magistradas.

En base a los mencionados argumentos, las camaristas revocaron la sentencia de primera instancia e hicieron lugar parcialmente a la medida cautelar solicitada.

Medicamentos: desregulación de su comercialización

Recordemos que por medio del Decreto 63/2024, se reglamentó el DNU 70/2023 en lo referido prescripción de medicamentos y su comercialización. La norma incluía requisitos esenciales como seguros obligatorios, condiciones específicas de almacenamiento y limitaciones en la venta directa al público.

Asimismo, estableció que “en los establecimientos que no estén habilitados como farmacias la comercialización de medicamentos de condición de expendio de venta libre estará limitada a los antiácidos y los analgésicos”.

Posteriormente, el Decreto 1024/2024 de noviembre pasado, eliminó las condiciones que había establecido el Decreto 63/2024 para la comercialización de medicamentos de venta libre fuera de farmacias.

Y habilitó además, la exhibición de medicamentos de venta libre y productos afines en góndolas accesibles directamente al público, condicionando únicamente para su compra a mayores de 18 años con DNI.

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