Por: Giselle M. López

Abogada especialista en derecho administrativo y previsional, beneficios jubilatorios, reajustes de haberes y amparos de salud

I - Un pequeño repaso de la normativa

El impuesto que conocemos como impuesto a las ganancias fue creado con la figura de régimen de impuesto al rédito, a través de la ley 11682, dicha normativa establecía la creación de la Dirección General de Impuesto al Rédito.

Luego la misma sufrió algunas modificaciones por el decreto-ley 14338/46 y por la ley 12965.

En el año 1973 se sancionó la ley 20628, que instauró el régimen general de impuesto a las ganancias y en su artículo 79 define lo que es ganancia: “Son las de cuarta categoría las provenientes de las jubilaciones, pensiones, retiros o subsidios de cualquier especie en cuanto tengan su origen en su trabajo personal”.

Desde entonces, la ANSeS ha aplicado dicho impuesto a aquellos beneficios que superan el mínimo no imponible, así como también en los retroactivos de juicios de reajustes de haberes.

Asimismo, hoy contamos además con la ley 27617, donde estableció excepciones, salario de los trabajadores en relación de dependencia en concepto de suplementos particulares y bonos de productividad y el sueldo anual complementario, para aquellos que el haber bruto no supere la suma equivalente a $ 150.000.

II - Cuestionamientos

Hoy me pongo a pensar por qué alguien que ya tributó tiene que volver a hacerlo, por qué un jubilado que debe reclamarle al Estado, para que le ajusten su haber de ese monto cobrado, debe volver a tributar sobre este impuesto. Y no solo esto, si quiere que se lo devuelvan, deberá plantear una nueva acción y poner en marcha otra vez el aparato judicial para llegar a un resultado esperable. Los jubilados se cansan de reclamar y ciertos no llegan ni a poder disfrutar de ese resultado, siendo sus herederos quienes con suerte obtendrán esas sumas percibidas, teniendo en cuenta, además, la devaluación monetaria y la inflación con la que contamos en estos días.

La principal crítica a la inclusión de las jubilaciones y pensiones en el pago de impuesto a las ganancias es la doble imposición, siendo que los trabajadores ya han tributado cuando cobraban su sueldo y, una vez jubilados, vuelven a tributar.

Así como otros sectores manifiestan que la jubilación no es una ganancia y por lo tanto no se debe pagar el impuesto.

Ahora, según la ley, todas las personas que tengan ingresos superiores a los montos mínimos, establecidos por la ley y por la AFIP, deben pagar este impuesto. Pero no se tiene en cuenta que las jubilaciones tienen carácter alimentario, también gozan del principio de integralidad, ya que deben ser suficientes y proporcionales para así garantizar que sean lo razonablemente justas en relación con el porcentaje que los activos cobran y poder mantener el mismo nivel de vida o parecido que ese jubilable tenía al momento de trabajar.

Entonces, son los Gobiernos de turno los que deben garantizar a través de la sanción de las leyes la actualización constante del mínimo no imponible.

El último aumento al mínimo no imponible fue de $ 1.900.000.

A partir de la misma ley de impuesto, se debería excluir a los jubilados del alcance de dichas retenciones, ya que el impuesto solo debería gravar la ganancia, esto es, el rendimiento, la renta o enriquecimiento y no el haber jubilatorio o la pensión, que son prestaciones de naturaleza previsional.

De lo contrario, el cobro del gravamen afecta directamente derechos adquiridos por los jubilados, quienes reciben una suma de dinero que es el resultado del cumplimiento de exigencias legales, habiendo aportado a una o varias cajas de jubilaciones durante su vida laboral.

Se ha ratificado que el haber jubilatorio no es otra cosa que el resultado de los que oportunamente contribuyeron y aportaron en su etapa activa habiendo tributado todos los gravámenes existentes y exigibles, incluyendo el impuesto a las ganancias, y, en consecuencia, a la palabra ganancias se la relaciona con un excedente, y sucede que hoy nuestros jubilados y pensionados pagan este impuesto que es absolutamente arbitrario.

Además:

III - La jurisprudencia
IV - Otro antecedente. Lo importante del fallo 'García María Isabel'
V - Algunas consideraciones en relación con la jurisprudencia

Este artículo forma parte de la publicación 'Temas de Derecho Laboral y de la Seguridad Social', exclusivo para suscriptores de Erreius

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