El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó el Índice de Precios Internos Mayoristas (IPIM) para Vehículos Automotores, carrocerías y repuestos, por lo que se actualizará a partir del 1 de mayo la base imponible para cada una de las escalas del impuesto interno conocido como impuesto a los autos de lujo.

La actualización del número para los autos es consecuencia del ajuste del 32,3%, correspondiente al aumento de los precios mayoristas de los vehículos en el trimestre de enero,febrero y marzo.

Con dicha publicación quedó definido el acumulado de suba de precios del primer trimestre en el mercado automotor argentino.

A partir del 1° de mayo, y por tres meses, los autos 0km de más de $37.300.000 de precio al público estarán alcanzados por la primera escala del Impuesto Interno.

La actual base imponible de $19.826.151 estará vigente hasta fin de mes y pasará a$26.229.997 de precio mayorista (sin tomar en cuenta el 21% de IVA y el 15% de la comisión de la concesionaria).

Con dichos impuestos,el valor al público se ubicará en alrededor de $37.300.000. Hay que tener en cuenta que este número es un estimado porque dependerá de la forma de pago de los impuestos y del margen de comisión que cobren los vendedores.

La próxima actualización se producirá el 1 de julio, salvo que el gobierno lo modifique. Hay que tener en cuenta que, hasta fin de mes, los 0km alcanzados por este tributo, son los que tienen un precio al público de más de $28.200.000,aproximadamente.

Hay que recordar que las únicas unidades que quedan exentas de este impuesto aún si superan la base imponible son los utilitarios, dado que no tributan este gravamen por considerarse vehículos de trabajo.

Antecedentes normativos

Los impuestos internos a los autos se aplican con distintas alícuotas y regímenes desde la década del '90, pero a fines de 2013 se sancionó la Ley 26.929, que introdujo una modificación a la ley 24.674 de impuestos internos.

Se buscaba evitar el creciente ingreso de autos de alta gama que se registró en aquellos años. Por eso fue denominado como “impuesto al lujo”. A partir de ella se gravaron entre un 30 y 50 por ciento determinados “bienes de lujo”, de acuerdo con el valor que tenían, y alcanzaban a todos los productos considerados suntuarios, como autos, embarcaciones o aeronaves, tanto nacionales como importados.

Para los automóviles estableció dos categorías. La de valores más bajos pagaban una tasa del 30 por ciento si se mantenía entre determinados montos. Si se superaban, ya empezaba a regir la segunda categoría,que abonaba una tasa del 50 por ciento.

El problema fue que, por las circunstancias económicas de aquel entonces, cada vez más cantidad de autos nacionales de gama media quedaban incluidos dentro del impuesto.

En 2016, a pocos meses de asumir, Mauricio Macri eliminó la primera escala. Luego, en 2019, el gobierno de Alberto Fernández volvió a realizar modificaciones y aplicó un 20% para la escala 1 y un 35% para la escala 2.

Asimismo, se estableció un mecanismo de actualización que primero fue anual y en el último tramo, a partir de la llegada de Sergio Massa Al ministerio de Economía, pasó a ser trimestral.

Pero con la inflación, los precios de los cero kilómetro alcanzaron los pisos establecidos por la AFIP y dio lugar a los denominados“autos topeados”, que era el precio que los fabricantes le ponía a sus modelos más accesibles para no caer dentro de la escala 1. Esto provocaba que el Estado deje de recaudar el impuesto en muchos casos.

Con el cambio de gobierno, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), a principios de este año, el presidente Javier Milei decidió prácticamente duplicar la base mínima imponible del impuesto a vehículos de lujo y la llevó desde los 10.364.902,82 pesos hasta los 19.826.151.

Dicho monto se estableció sobre el precio salido de fábrica,por lo que se deben sumar otros tributos como el IVA o la comisión de la concesionaria hasta llegar al monto final que abona la persona que quiera comprar un vehículo 0 km.

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