LAS GUARDAS POR FUERA DEL SISTEMA JUDICIAL INVOCANDO LA SOCIOAFECTIVIDAD. UNA NUEVA FORMA DE BURLAR EL SISTEMA LEGAL DE ADOPCIÓN

Una de las directrices que se evoca en la actualidad, y que tiene plena relación con la socioafectividad en niños, niñas y adolescentes (en adelante NNyA), recaen en las conocidas “guardas de hecho”; guardas que, a lo largo de la historia, nuestra legislación prohibió para no ser consideradas antecedentes en la obtención de pretensas adopciones, vulnerando de esa forma los derechos de los NNyA, consagrados en diversas convenciones y tratados internacionales con raigambre constitucional.

Actualmente, numerosos fallos hicieron lugar a adopciones fundando las sentencias en la socioafectividad, declarando en algunas ocasiones la inconstitucionalidad del artículo 611 del Código Civil y Comercial de la Nación (CCyCo.), sin profundizar en el modo de cómo surgieron dichas guardas de hecho, que muchas veces son dudosas; y que, a nuestro entender, son incorrectas.

En primer lugar, queremos destacar que no es posible invocar la socioafectividad en violación del régimen legal de la adopción, pues el artículo 611 del CCyCo. es constitucional y convencionalmente solvente por cuanto impide el tráfico de niños con fines adoptivos.

Los vínculos socioafectivos que tienen origen en la asistencia solidaria pueden recibir cobijo legal/judicial a través de la delegación de cuidados parentales, guardas, guardas con derecho de representación, tutela, reconocimiento de régimen de comunicación, pero no modifican el título de estado de familia, como sí sucede con la adopción.

En nuestro país -pero también en Latinoamérica- han existido y existen vínculos solidarios espontáneos de asistencia a personas vulnerables, especialmente a NNyA, a través de figuras como la de padrinazgos y guardas de crianza.

La diferencia trascendental es que las mismas se dan en virtud de la espontánea solidaridad y no persigue la apropiación del linaje, la historia, el nombre o el apellido. Se desarrollan para amparar la necesidad de los NNyA, no para colmar el vacío existencial de los adultos sin descendencia.

A pesar de que con la entrada en vigencia del CCyCo. la entrega de NNyA en guarda directa o de hecho por parte de los progenitores quedó “expresamente prohibida”, hubo con posterioridad, y con la presión de ciertos sectores interesados sociales con intereses privados, varios pronunciamientos judiciales que flexibilizaron dicha prohibición contrariando la obligación asumida por el Estado Argentino al suscribir instrumentos internacionales en materia de tráfico de los NNyA. Entre ellos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos; Convención sobre los Derechos del Niño; y su Protocolo Facultativo relativo a la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de los Niños en la Pornografía.

Con dichos pronunciamientos se ha modificado el título de familia amparándose en la creación de un vínculo socioafectivo, en franca violación a la ley interna e internacional, dejando de lado otras alternativas legales que garantizan el derecho de identidad y de realidad biológica de esos NNyA, en beneficio de su propio desarrollo psicosocial.

De esta manera, los niños se convierten en meros objetos del deseo y apropiación de adultos, siendo cosificados hasta ser susceptible -con el paso del tiempo- de “prescripción adoptiva”(4), desplazándolos así de la calidad de sujeto de derecho.

Justamente por ello, a fin de evitar esta anomalía modificatoria del Estado de familia de un menor de edad; y resguardando sus derechos constitucionalmente reconocidos, es que podemos sostener que el artículo 611 del CCyCo. es constitucional.

Este artículo fue publicado en 'Temas de Derecho de Familia, Sucesiones y Bioética'. Si ya sos suscriptor, accedé a este material exclusivo, haciendo clic acá

Si aún no sos suscriptor, ingresá en el siguiente botón:

Una nueva forma de burlar el sistema legal de adopción