Richard Amaro Gómez

Rememoremos que la etimología de la palabra vacaciones proviene de latín “vacans” significando, en general, estar libre, desocupado, vacante. Y básicamente podemos decir que es el plazo durante el cual el contribuyente junto a su familia goza de un descanso de sus actividades diarias. Al respecto, no importa si estamos hablando de un contribuyente empleado en relación de dependencia o de un independiente, más allá que en el primer caso es un derecho legal legislado en la ley de contrato de trabajo.

En este contexto, el período anual de vacaciones acarrea una serie de gastos inherentes a lo que podríamos denominar esparcimiento familiar entre los cuales podemos identificar en general a los siguientes: gasto de pasajes, gasto de hoteles, gastos de entradas a diferentes show, gastos de comidas afuera, gastos de regalos o presentes, etc. Y si bien cada familia es un mundo, podemos decir que el presupuesto familiar anual de este gasto se clasifica como ordinario, por cuanto es un gasto esperado en una o varias épocas del año. De hecho, es un gasto que se repite año tras año, con variaciones en el impacto final del presupuesto según el lugar de destino y de la inflación.

Asimismo, recordemos a estos fines que el denominado “monto consumido” fue definido por la RG (AFIP) 2218 en el anexo II como aquellos gastos de sustento y mantenimiento del responsable y/o su grupo familiar primario, así como los relacionados con el esparcimiento propio y de su grupo familiar.

En este sentido, la resolución citada dice en su parte pertinente:

“Respecto del monto consumido, en esta versión el importe será calculado en forma automática por el sistema, en función de los datos consignados por el usuario. Este concepto deberá reflejar razonablemente los gastos de sustento y mantenimiento del responsable y/o su grupo familiar primario, así como los relacionados con el esparcimiento propio y de su grupo familiar (se integrará con los gastos personales del contribuyente y personas a su cargo –alimentación, servicio doméstico, indumentaria, cuotas de colegios, etc.; así como, de corresponder: viajes al exterior, expensas y gastos de inmuebles, patentes, seguros y gastos de rodados, etc.–), no debiendo contener otro concepto que no encuadre en dicha definición, el que deberá ser expuesto, en todo caso, en el rubro de la justificación patrimonial que corresponda.(…)”.

Por lo tanto, podemos decir que la norma está haciendo referencia a las vacaciones del contribuyente y su familia por cuando la definición de monto consumido siempre refiere a gastos de índole personal, o sea, no relacionados con actividades gravadas en el impuesto. Siendo ello así, los gastos incurridos en vacaciones forma por diferencia patrimonial parte del monto consumido del ejercicio.

No obstante, siempre aconsejamos que en el supuesto de que en un año particular se realicen unas vacaciones extraordinarias a las que normalmente se toma el contribuyente y su familia, consignar dichos importes estimados por Columna I reflejándolo como vacaciones extraordinarias. Ello para que no afecte la comparabilidad del consumido conaños anteriores y posteriores. Tal caso se daría en el supuesto de uncontribuyente que normalmente vacaciona con su familia en Villa Carlos Paz(Córdoba) dos semanas y en un año decida irse de vacaciones un mes a Europa consu familia, de manera inusual y extraordinaria.

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Ganancias: ¿Cuál es el impacto patrimonial de las vacaciones del contribuyente?