La economía argentina está atravesando durante 2024 un profundo proceso de estanflación (inflación con recesión). Asimismo, la política monetaria vigente en la coyuntura económica actual se está basando en “secar la plaza”.

Dicho en otros términos, el objetivo está siendo absorber los pesos del mercado. Ello ha traído como consecuencia notable que muchos ahorristas se desprendan en parte de su ahorro en dólares a fin de destinarlos a consumo. Es decir que existe un nivel de desahorro en dólares bastante importante, lo cual se ve reflejado en la cotización del dólar blue que ha tendido, en general, a la baja.

¿Qué quiere decir esto?

Muchos ahorristas están consumiendo su ahorro en dólares para mantener su nivel de vida (consumo). Esto se puede plasmar de dos maneras diferentes:

se utiliza directamente los dólares en el mercado o
se venden los dólares por pesos en el mercado.

A estos fines recordemos que el monto consumido refleja aquellas erogaciones relacionadas con el nivel de vida del contribuyente y su grupo familiar primario.

En otro orden de ideas, no podemos negar que el atesoramiento de la moneda extranjera por fuera del sistema bancario se ha hecho recurrente en los últimos años.

Al respecto, es importante precisar que muchos contribuyentes consumen durante los ejercicios fiscales utilizando directamente la moneda extranjera dólar o convirtiéndola a pesos.

De hecho, los negocios a lo largo de nuestro país aceptan a la divisa como medio de cambio, reconociendo al comprador un tipo de cambio cercano al dólar blue.

El problema radica en que dichos consumos se tienen que justificar adecuadamente a fin de que el monto consumido se acerque lo más posible a su valor real.

Lo expuesto lo podemos ver con este ejemplo: supongamos que un contribuyente tiene al inició del ejercicio 2024 USD 100 a un tipo de cambio histórico de $ 300,00, lo que implica $ 30.000,00.

¿Qué sucedería si utiliza esos dólares para realizar gastos de consumo para él y su grupo familiar primario durante 2024?

Consideremos que ello ha acaecido en marzo de 2024 a un tipo de cambio reconocido por una tienda de $ 400: en este caso el monto consumido es de $ 40.000,00, debiéndose justificar una diferencia de cambio exenta en la justificación patrimonial de $ 10.000,00 a Columna II.

Si cometiéramos el error de considerar el tipo de cambio histórico de $ 300,00, el monto consumido sería de $ 30.000,00, lo cual no sería correcto por alejarse de la realidad.

En conclusión: el consumo financiado con moneda extranjera dólar debe considerarse según el tipo de cambio reconocido para su conversión a pesos, que tenderá al dólar blue. Lo cual generará a Columna II diferencias de cambios exentas.

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