En las últimas semanas aumentaron las medidas cautelares para que los bancos no cobren las cuotas de los créditos obtenidos a través de presuntas estafas a clientes.

Durante las últimas semanas, cambiaron sus formas de engaño y los delincuentes ahora apuntan usuarios que venden productos a través de plataformas como Mercado Libre y Marketplace de Facebook.

En todos los casos, atraen la atención de usuarios de dinero digital para hacerse de datos personales y, entonces, robarles dinero, hacer consumos con sus tarjetas o pedir préstamos de rápido otorgamiento.

El modus operandi que utilizan estas personas para cometer la estafa telefónica se relaciona con alguna de estas situaciones:

- “Te deposité de más” o “ya te deposité y no se acreditó”: Este método se realiza a través de ventas por internet donde el estafador solicita datos del CBU a la víctima con el fin depositar el dinero de la compra. Luego este supuesto comprador se comunica con el vendedor para advertirle que se equivocó al transferir y le pide que le devuelva el dinero que presumiblemente abonó de más (para ello utiliza una imagen trucada de un depósito). Una vez que la víctima “devuelve” la plata, el estafador desaparece.

En la segunda, una persona utiliza un perfil posiblemente falso de una red social como Facebook, Instagram o directamente desde el servicio de mensajería WhatsApp, y luego se contacta para mostrarse muy interesado en el producto. Posteriormente, le dirá que tiene parte del dinero listo para transferírselo, pero que necesita en primer lugar su número de CBU, y minutos después le enviará un mensaje de una supuesta captura de pantalla donde se describe como encabezado el logo de un Banco (este puede ser Banco físico o virtual) agregando que ya le hizo la transferencia como parte de pago del producto que vende su víctima.

Como la supuesta transferencia es simulada no se produce ningún ingreso de dinero en la cuenta de la víctima, por lo que el estafador lo llama por teléfono para darle nuevas indicaciones, manifestándole que habría un inconveniente con la cuenta, y con argumentos vagos le solicita que vaya a un cajero automático o le pide que siga sus instrucciones y le envíe también número de clave Home Banking, clave Token con el pretexto de transferirle nuevamente el dinero.

El resultado es siempre el mismo: además de sustraerle el dinero que tenía/n la/s víctima/s le generan un préstamo de dinero pre-acordado con el Banco que suele estar disponible para el titular con solo confirmarlo ingresando la clave de Home Banking y se transfieren el dinero.

- “Fuiste seleccionado para cobrar la IFE”: Durante los últimos meses se denunciaron casos en el que las personas recibían un mail o mensaje que los dirigía a un sitio web similar al de la ANSES, que buscaba obtener los datos de los usuarios para 'verificar el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE)'. “¿Elegiste cobrar por Banelco y aún no te llega el código? Ingresa aquí para generar el código de extracción del cajero”, agregaba el mensaje. En la web pedían el anverso y reverso del DNI, y con eso tomaban los datos personales.

-“Tenés un crédito preaprobado”: El primer contacto entre el estafador se da de forma que resulta creíble. Ofrecen un servicio, informar que existe un crédito preaprobado de Anses, un seguro, una tarjeta o incluso que cambió el número de teléfono para realizar reclamos.

Acceden a gran parte de los datos de la víctima, para luego llamarla como si fueran trabajadores de algún organismo o entidad bancaria, y fingen acceder a una base de datos real, para luego (a través de distintas consultas) obtener claves bancarias, números de tarjetas, y todo lo que necesitan para robar el dinero, o solicitar un préstamo a nombre de la víctima.

- Pagos a través del sistema DEBIN (débito inmediato). Es un medio de pago online que genera automáticamente un débito en la cuenta de las personas que lo recibe, que puede aceptarlo o rechazarlo. Si lo acepta, el dinero no ingresará a su cuenta sino que será debitado para que lo reciba quien envió el DEBIN.

Por ejemplo, en una publicación de un automotor, la víctima (vendedor) es contactada por una persona interesada en el vehículo y, dispuesta a señarlo a través de una transferencia, le pide que autorice el Debin a través del banco. Esto provoca una transferencia inmediata a la cuenta de un tercero, en lugar de recibir el dinero, la víctima lo pierde.

A diferencia de las transferencias comunes, la otra parte no debe ser incorporada previamente y basta con pedirle su nombre de cuenta (Alias CBU), sin agregar otros datos como el DNI o el CUIT.

Los bancos enviaron mails a sus clientes alertando por esta modalidad y recomendaron que para evitar ser víctima del engaño, hay que asegurarse que la persona que solicita el DEBIN “es con quien acordaste pagarle”, “conociendo el motivo de la transacción e informándote sobre este medio de pago”.

Medida cautelar

Hace pocos días, se dio a conocer un caso en el que se obligó al Banco Nación a cesar con los descuentos efectuados a un hombre (veterano de Malvinas) que sufrió una estafa a través de Facebook por la cual se obtuvieron préstamos de $270.000 con los datos de su cuenta bancaria.

En el caso 'Reimondi, José Antonio c/ Banco Nación Argentina s/ Ley de Defensa del consumidor', el hombre, de 66 años, publicó en páginas de Facebook una máquina de cortar pasto (tipo tractor) a $120.000. A los pocos días, una persona que aparentaba estar interesada en la compra, lo contactó por mensajería interna de Facebook y le solicitó un número telefónico.

Luego de hablar por unos minutos, el supuesto comprador le dijo que, por una cuestión de seguridad, no podría retirar todo el dinero del banco, de modo que le solicitó el CBU a efectos de realizar la transferencia del dinero, por un valor de $80.000 y que abonaría el resto al momento de retirar el tractor.

Días después, el 'comprador' le envió una aparente constancia de transferencia por dicha suma, pero el hombre observó que no estaba acreditada en su homebanking.

Ante esto, el supuesto comprador manifestó que no pudo realizar la transferencia porque había un problema administrativo con el banco, indicándole que el problema se podría solucionar en pocos minutos si se realizaba desde un cajero.

Por lo que recibió un email de RedLink, diciendo que se comunicaría con él un asesor para 'realizar la activación' de los $80.000 que no se acreditaron en la cuenta.

Es así que se comunicaron desde un teléfono y le dieron indicaciones de lo que debía hacer en el cajero automático para que se realizara la operación. Siguiendo los pasos que le fueron indicados obtuvieron sus credenciales de acceso.

Luego, el supuesto comprador solicitó un préstamo personal y transfirió el dinero a dos cuentas ajenas radicas en las provincias de Córdoba y Santa Fe, y sumado a ello, extrajeron de la referida cuenta la suma de pesos $16.000 en efectivo.

Para la sala I de la Cámara de Apelaciones de Bahía Blanca, el cliente, veterano de guerra, adulto mayor y discapacitado, debe ser considerado, a los fines del art. 1 de la ley 24.240 un consumidor hipervulnerable.

Los jueces Roberto Amabile y Pablo Candisano Mera recordaron que el vínculo jurídico que une a las partes es una relación de consumo en la que el apelante reviste la calidad de proveedor en los términos del art. 2 de la ley 24.240 y art. 1093 del CCC, con lo cual pesaría sobre él una obligación expresa de seguridad y garantía respecto de los usuarios con los que ha contratado, que le impone prestar el servicio de forma tal que no le cause daños a estos, tanto en su persona como en sus bienes (arts. 5, 6, 28 y 40 de la ley 24.240 y art. 42 de la Constitución Nacional).

Te compartimos el fallo completo:

Estafas bancarias: dictan medidas a favor de las víctimas y advierten por nuevas modalidades