Por: Richard Amaro Gómez

Los mercados mundiales de capitales están en constante transformación, creando nuevos activos financieros muy diferentes de los que conocemos como tradicionales. Esto no debe llamar la atención si tenemos en cuenta que estamos ante un contexto económico internacional inestable, volátil e inseguro, lo que impulsa el nacimiento de nuevos activos financieros que buscan satisfacer la necesidad de seguridad de los inversores.

En este marco ha surgido un activo financiero denominado REITs o fondos de inversión en bienes raíces, el cual constituye un instrumento de inversión emitido por empresas especializadas en bienes raíces o inmuebles que se colocan por oferta pública en los mercados de capitales. Las más importantes de estas se encuentran en los Estados Unidos.

La característica principal de estos fondos es que son administrados por dichas empresas para invertir en bienes raíces o inmuebles, tales como casas, terrenos y edificios, entre otros, con el fin de lucrar con ellos, ya sea mediante su locación, su venta, etc.

Tratamiento en Ganancias y Bienes Personales

Con el capital recaudado e invertido se obtienen ganancias cuyo origen son los bienes raíces. Al respecto, estos REITs o fondos de inversión en bienes raíces pueden generar para el inversor las siguientes rentas cuando se compran a través del mercado de valores:

1. Dividendos: con la ganancia que se genere, se puede establecer la distribución de utilidades o dividendos entre los inversores de acuerdo con sus participaciones.

2. Resultado de la venta: como estos instrumentos cotizan en los mercados de valores, en algún momento se pueden enajenar para obtener una diferencia entre el precio de venta y el precio de compra.

¿Qué tratamiento reciben en ganancias y bienes personales los denominados REITs?

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