Por: Nicolás Antiporovich

Periodista especializado en criptomonedas

Estas son criptomonedas o tokens inspiradas en memes de internet y cultura popular. Han irrumpido en la escena financiera digital y, en las últimas semanas, han liderado el mercado y dejado a su paso rendimientos financieros sorprendentes.

Pero ¿qué son exactamente estas criptomonedas? ¿Cuál es su fundamento? ¿Por qué suben de precio? ¿Es sostenible este crecimiento? A continuación, daremos respuestas a estas y otras preguntas sobre el tema.

Iniciemos con un breve glosario para distinguir entre diferentes tipos de criptomonedas que hay en el mercado.

Bitcoin: es la primera criptomoneda y la que tiene mayor capitalización de mercado. Se la utiliza como medio de pago y reserva de valor, principalmente gracias a sus propiedades antiinflacionarias. Debido a que su código fuente es abierto, ha sido copiado para dar origen a decenas de miles de criptomonedas.

Stablecoins: criptomonedas o tokens diseñadas para minimizar la volatilidad de los precios, generalmente al estar vinculadas al valor de una moneda fiat (como el dólar estadounidense) o commodities (como el oro). USDT y USDC son las stablecoins más conocidas.

Memecoins: Criptomonedas o tokens cuyo nombre e imagen están basados en memes o fenómenos virales de internet.

Shitcoins: Un término peyorativo (que en castellano se traduce como 'monedas de mierda') para referirse a criptomonedas sin un proyecto sólido detrás o que ofrecen poco o ningún valor tangible o innovación. Resulta algo subjetivo calificar a una criptomoneda como “shitcoin”. Hay quienes consideran que todo lo que no es bitcoin, cae en la categoría de shitcoin. También, muchos califican a las memecoins como shitcoins.

¿Cuál fue la primera 'Memecoin'?

La historia de las memecoins es, en gran medida, la historia de Dogecoin. Nacida en diciembre de 2013, Dogecoin comenzó como una parodia de las numerosas criptomonedas 'serias' que estaban proliferando en aquel entonces.

Fue creada por Billy Markus, un programador de IBM en Portland, Oregón, y Jackson Palmer, un gerente de producto en Adobe Systems en Sydney, Australia. La idea surgió inicialmente como una broma en un tuit de Palmer al mezclar dos fenómenos de internet populares en aquel momento: Bitcoin y el meme 'Doge', que retrataba a un perro Shiba Inu acompañado de textos multicolores en Comic Sans, reflejando pensamientos internos supuestamente expresados por el perro.

Meme que dio origen a la criptomoneda Dogecoin. Fuente: Meme fandom

Meme que dio origen a la criptomoneda Dogecoin. Fuente: Meme fandom

Rápidamente, lo que comenzó como una broma capturó la imaginación de internet. Con un enfoque en la comunidad y el humor, Dogecoin se destacó por su amigable logotipo del Shiba Inu.

A diferencia de otras criptomonedas que se enfocaban en la rentabilidad y la especulación, Dogecoin promovía el uso en “propinas” online, una forma de agradecer o recompensar a las personas en internet por contenido creativo o informativo.

El ascenso de Dogecoin de una simple broma a una criptomoneda con una capitalización de mercado significativa es un fenómeno que pocos podrían haber predicho. Un giro decisivo en su historia ocurrió gracias a la influencia de Elon Musk, el CEO de Tesla y SpaceX.

Musk comenzó a tuitear sobre Dogecoin de manera humorística en 2019, pero sus menciones se volvieron más frecuentes a finales de 2020 y durante 2021, impulsando a veces el valor de Dogecoin a nuevas alturas con un simple tuit. Musk describió a Dogecoin como su criptomoneda favorita y la promovió como 'la criptomoneda del pueblo'.

Precio histórico de la criptomoneda Dogecoin. Fuente: CoinMarketCap.

Precio histórico de la criptomoneda Dogecoin. Fuente: CoinMarketCap.

Dogecoin, una inspiración para un nuevo nicho de mercado

El impacto de Dogecoin en el mundo de las criptomonedas fue transformador. Al convertirse en una sensación viral más allá de una simple parodia, Dogecoin allanó el camino para un nuevo nicho de mercado.

Inspirados por el éxito inesperado de Dogecoin, desarrolladores comenzaron a crear sus propias versiones de criptomonedas y tokens basados en memes, intentando capturar la “magia” que llevó a Dogecoin a alcanzar una capitalización de mercado asombrosa. Algunas lo consiguieron y otras (la mayoría) no.

Para muchos inversores, las memecoins representaron una oportunidad de oro para lograr ganancias significativas en cortos períodos de tiempo. Historias de personas que transformaron inversiones modestas en fortunas considerables se volvieron comunes, alimentando aún más el fervor y la especulación alrededor de estas criptomonedas.

Sin embargo, este nuevo nicho de mercado también subrayó la naturaleza altamente volátil y especulativa de las inversiones en criptomonedas. Mientras algunos lograron acumular riquezas rápidamente, muchos otros enfrentaron pérdidas devastadoras, especialmente aquellos que llegaron tarde a la tendencia, que no lograron anticipar giros abruptos en el mercado, o que no invirtieron en la memecoin ganadora.

Es que invertir en este tipo de activos digitales se parece bastante a apostar en un casino: unos pocos jugadores saldrán con grandes ganancias. La mayoría, en cambio perderá dinero. Y, al igual que ocurre en un casino, el principal negocio lo tienen los dueños de “la casa” (los exchanges de criptomonedas) y los creadores de las memecoins.

¿Por qué se 'dispararon' las memecoins en marzo de 2024?

Durante el último mes, las criptomonedas basadas en memes lideraron el mercado. Por varias semanas estuvieron en el ranking de criptomonedas y tokens con mayor porcentaje de incremento diario, semanal e incluso mensual.

Al momento de esta redacción, Floki Inu (que tiene la imagen de un perro vikingo) lleva 533% de subida mensual. Le sigue PEPE (una criptomoneda basada en la popular rana) con 513% de incremento en ese período. En tercer lugar está Dogwifhat (basada en el meme de un perro con un gorro de lana) cuya cotización ha subido en 470% en tan solo 30 días.

Galaxy Digital, una empresa estadounidense de inversiones, dice que 'el hecho de que las memecoins estén subiendo no es sorprendente' sino que 'es un patrón que surge en cada ciclo'. Lucas Tcheyan, uno de los especialistas que trabajan para esta empresa, detecta 3 razones para explicar este comportamiento.

En primer lugar, considera que 'la aprobación y lanzamiento de los ETF de bitcoin ha sido fundamental'. Esto, debido a que favorecieron a la industria de las criptomonedas, en general (incluso a aquellos sectores que no tienen vínculos directos con los ETF, como las memecoins).

En segundo lugar, Tcheyan reconoce que hay escasez de productos 'cripto' con verdaderos casos de uso. La mayoría, son solo promesas. Los inversores comienzan a darse cuenta de eso y proceden a poner su dinero en cualquier cosa que pueda subir de precio. 'Esta dinámica no es necesariamente nueva, ya que vimos dinámicas similares con los NFT en el pasado', asegura.

Por último, factores culturales tendrían que ver en el fenómeno de las memecoins. En palabras de Tcheyan aquí intervienen 'el surgimiento de la economía de la atención y el nihilismo financiero que han facilitado que los nuevos usuarios comprendan el valor de los memes'.

A todo esto, es importante recalcar y enfatizar que invertir en criptomonedas tiene riesgos asociados, e invertir en memecoins, mucho más. Aunque brillan las historias de los pocos que han ganado fortunas con estas criptomonedas, existen muchas más historias de quienes lo han perdido todo por poner su dinero en activos financieros de dudoso valor, simplemente porque está de moda hacerlo.

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