Por Martín Caranta

I - Introducción

El deterioro de nuestra moneda nacional lamentablemente ha sido sostenido y creciente en los últimos años. Las tres funciones que debe cumplir una moneda (medio de cambio, unidad de cuenta y reserva de valor) son un recuerdo lejano para nuestro peso, por lo que los papeles extranjeros -principalmente los dólares estadounidenses- han pasado a tomar un protagonismo cada vez más presente en la economía argentina.

Como consecuencia de lo comentado anteriormente, se han producido ciertas pautas de comportamiento y/o contratación en nuestra economía doméstica, que podríamos resumir del siguiente modo:

- Facturas emitidas en dólares y canceladas en dicha moneda;

- Facturas emitidas en dólares y canceladas en pesos a la cotización del día del pago o anterior; o

- Facturas emitidas en pesos, pero con referencia a un monto en dólares, canceladas en pesos según la cotización del día del pago o anterior.

Lo expuesto ha venido ocurriendo en la República Argentina paulatinamente desde el año 2011, pero -sin dudas- se agravó en los últimos años, principalmente en el 2023. Es tragicómico recordar que en dicho año tuvimos más de diez (10) cotizaciones para el dólar estadounidense, pudiendo mencionar, entre otras, las siguientes: dólar oficial, dólar solidario, dólar tarjeta, dólar Qatar, dólar Coldplay, dólar MEP, dólar CCL, dólar blue.

El endurecimiento del “cepo” se profundizó también durante el 2023. Como se recordará, la normativa cambiaria llegó al extremo de postergar la autorización para el pago a proveedores del exterior, a tal punto que muchas deudas no se pudieron cancelar al día de la fecha a través del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), y que se dividiera el universo de deudas con el exterior entre previas y posteriores al 13/12/2023.

Ante la situación expuesta, muchos proveedores del exterior manifestaron que dejarían de embarcar mercaderías con destino a nuestro país. Con lo cual, a varios importadores no les quedó otra opción que adquirir las divisas en el mercado secundario (“dólar Bolsa”) para poder cumplir con sus compromisos de deuda, para la subsistencia de la empresa. No es en vano recordar que hay varios aspectos implicados en la falta de pago de las importaciones: falta de materias primas, insumos o mercaderías para abastecer la operatoria local, reputación crediticia con los proveedores del exterior, presencia en el mercado local, caída abrupta de las ventas para poder afrontar los gastos corrientes, entre otros.

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Y además:

II - Operaciones de 'Dólar Bolsa'. Tratamiento en el impusto a las ganancias

III - Valuación impositiva de bienes y pasaivos con precio en moneda extranjera abonados mediante dólares adquiridos en la bolsa

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