I - INTRODUCCIÓN

En el mes de noviembre se renueva la mayor cantidad de contratos dentro de la estructura del Poder Judicial de la Nación, y resulta pertinente analizar un tema bastante álgido: la “carrera judicial”.

Así entonces, la “carrera judicial” se analizará comparativamente con la “carrera administrativa” y bajo una mirada crítica con respecto a ciertas “costumbres” que tienen lugar en el Poder Judicial de la Nación en torno a los ascensos jerárquicos del personal, a través de las cuales se aprecia un ostensible apartamiento de los principios constitucionales y legales.

Con esta finalidad, se examinará si efectivamente existe el “derecho a la carrera” dentro de la Justicia, cómo se ve materializado en la práctica y cuáles son las consecuencias, en favor de empleados y funcionarios, de la existencia de este derecho.

Por último, cerraremos con una conclusión a partir de todos los puntos analizados y de la situación actual de los distintos trabajadores que integran la estructura del Poder Judicial de la Nación.

II - LA CARRERA ADMINISTRATIVA

Previo a tratar el tema central de este trabajo, el de la carrera judicial, deviene necesario referirnos a la carrera administrativa. Qué entendemos por ella y cuáles son sus características principales.

La carrera administrativa es el camino -ascendente- que todo empleado público tiene derecho a transitar una vez que ingresa a prestar funciones dentro de la Administración Pública. Esta, a su vez, se ve protegida por la estabilidad plasmada en el artículo 14 bis de nuestra Constitución Nacional.

Además, “el derecho a la carrera comprende varios aspectos, pues le asegura al empleado público el derecho a estar correctamente encasillado en el escalafón, a no sufrir postergaciones arbitrarias o retrogradaciones, a que se le asignen funciones acordes con su capacitación y ubicación escalafonaria, a tener la posibilidad de ir ascendiendo de categoría, clase, nivel o grupo, y a llegar, finalmente, a la jubilación”.

Como vemos, la carrera administrativa implica un verdadero sendero de crecimiento personal y profesional, hasta llegar al punto de poder gozar del beneficio jubilatorio.

Ahora, teniendo una noción clara de lo que representa la carrera administrativa, estaremos en mejores condiciones de entender, ya por las similitudes o por sus diferencias, la carrera judicial o carrera en el servicio de administración de justicia.

III - CONCEPTUALIZACIÓN DE LA “CARRERA JUDICIAL” Y SU TRANSFORMACIÓN EN “DERECHO”

Antes de adentrarnos en el significado de la carrera judicial, es menester destacar que todos los empleados y funcionarios de la Justicia gozan del derecho a la “carrera judicial”, es decir, a progresar en sus trabajos bajo un régimen de estabilidad, mediante la cual no se los pueda desvincular de sus trabajos sin una justa causa y sin haberse sustanciado el procedimiento administrativo (sumario) correspondiente.

La Real Academia Española define a la carrera judicial como el “conjunto de funcionarios que integran la Magistratura. Son categorías de la carrera judicial las de magistrado del Tribunal Supremo, magistrado y juez”. En nuestro país, la carrera judicial es mucho más abarcadora, ya que va desde el cargo más raso hasta el más alto de la estructura. Así entonces, podríamos decir que es el camino que siguen quienes ingresan en el Poder Judicial y van ascendiendo por los distintos cargos jerárquicos hasta llegar a concursar y, eventualmente, ser designados como magistrados.

Tanto en doctrina como en jurisprudencia, se han alcanzado ciertos consensos en torno a que el derecho a la carrera integra el concepto de estabilidad, profundamente analizado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en diversos precedentes. Sin embargo, deviene necesario conceptualizar qué entendemos por “derecho a la carrera”.

Este artículo fue publicado en Temas de Derecho Administrativo de Erreius. Si ya sos suscriptor, accedé a este material exclusivo, haciendo clic aquí

Si aún no sos suscriptor, ingresá en el siguiente botón:

Análisis crítico de la carrera judicial