Por: Richard Amaro Gómez

Recordemos que la Ley N° 27.737 B.O.: 17/10/2023, conocida como nueva ley de alquileres, se estructuró en cuatro capítulos:

Capítulo I: reformas al Código Civil y Comercial de la Nación, en referencia a la ley 27.551.
Capítulo II: reformas a la ley 27.551.
Capítulo III: incentivos en referencia a leyes impositivas.
Capítulo IV: Disposiciones finales.

En lo que respecta a incentivos del Capítulo III tenemos 4 cambios fundamentales:

Modificación a la ley de monotributo.
- Se cambia el concepto de unidad de explotación para la actividad locación.
- Se exime del componente impositivo.
Modificación a la ley del impuesto sobre los bienes personales.
- Se crea una nueva exención.
Modificación a la ley del impuesto a los débitos y créditos bancarios.
- Se crea una nueva exención.
Modificación a la ley del impuesto a las ganancias.
- Se crea una nueva deducción general, para locador y locatario.

En estas 4 modificaciones donde se establecen incentivos fiscales no hay referencias a la Ley N° 27.551/2020.

Ahora bien, el 21 de diciembre de 2023 se publicó en el Boletín Oficial el Decreto N° 70 de desregulación de la economía argentina cuyo artículo 249 deroga la Ley N° 27.551/2020 y cuyo considerando dice en su parte pertinente:
“Que en forma concordante, deviene imprescindible la derogación de la nefasta Ley de Alquileres N° 27.551”.

Asimismo, el decreto no hace referencia a la Ley N° 27.737/2023. No obstante y más allá de lo expuesto, sus capítulos I y II quedan tácitamente derogados por la referencia que hacen de la ley derogada – Ley N° 27.551/2020.

¿Y el capítulo III de beneficios fiscales? ¿Entra en la derogación?

En principio, podríamos vaticinar que no, más allá de lo discutible del tema.

Hace poco un referente de la cámara de inmobiliarias en un reportaje sostuvo que si bien era su opinión que la ley de alquileres debería derogarse, no así en lo que respecta a los beneficios impositivos. ¿Se habrá seguido este criterio?

El único punto que quedaría a resolver si se siguiera el criterio antes expuesto es: ¿cómo queda el tema de la registración de los contratos cuyo régimen entró en la derogación?

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