Algo evidente que trajo consigo la revolución digital ha sido sin lugar a dudas la posibilidad de llegar a millones de personas a través de internet, la cual se ha convertido en una pantalla para que muchos individuos se conviertan en 'influencers'. Es decir, sujetos que por lo general poseen un alto grado de liderazgo y comunicación social de modo tal que cuentan con miles de seguidores en las redes sociales. De ahí que la que se use esta denominación para hacer referencia a sujetos que inciden en el comportamiento y pensamientos de otros.

En este marco, lo más usual es que este tipo de figuras públicas destinen mucho tiempo a la elaboración de contenidos digitales para ser visualizado por miles de usuarios, tanto del país como del exterior.

En lo relativo al impuesto a las ganancias, en la actividad que llevan a cabo se puede decir que no encuadra en el concepto de profesión ni tampoco en el concepto de oficio. No obstante, se trata de una labor que se realiza cumpliéndose los supuestos de la teoría de la fuente: periodicidad, permanencia y habilitación de la fuente. De otra forma, es un trabajo habitual por lo que se cumple a rajatabla la teoría de la fuente o del rédito producto. Y por lo tanto, todo tipo de ingreso que perciban por ello se encuentra alcanzado por la carga impositiva. Incluyendo, las ganancias obtenidas por publicidad directa e indirecta de ciertos productos.

En este sentido, no hay fundamento jurídico alguno para sostener que estos negocios no se encuentran gravadas ya que se plasma en ella el requisito de la habitualidad para que se configure la renta gravada. Por otra parte, es cierto que hay influencers de todas las edades, desde menores de edad hasta adultos. Al respecto, se destaca que esto no es un impedimento para la tributación de ganancias ya que en los casos de los menores de edad serán los tutores o padres los responsables por deuda ajena, más allá que la declaración jurada se presentará con la CUIT y el nombre del contribuyente que en este caso es el hijo.

En otro orden de ideas, se debe advertir que es cierto que muchas de las actividades que realizan lo hacen a título gratuito a fin de ir adquiriendo reconocimiento en el público general. Por lo que he de esperar que en los inicios no se perciba ingreso alguno por el ejercicio de la misma. Incluso, puede ser que los influencers realicen otros trabajos como ser un empleo en relación de dependencia y en sus tiempos libres realicen la actividad de influencers. Esto no modifica el análisis efectuado dado que más allá que lo hagan en su tiempo libre y hasta se podría decir como un hobby, si se obtiene una retribución de cualquier tipo por tales actividades se está generando el hecho imponible del impuesto, habida cuenta de la habitualidad. Resultaría poco razonable creer que se desarrolla tal ocupación que implica un esfuerzo económico y físico, sin esperar a futuro réditos económicos por que se evidencia la intencionalidad.

Por último, se recuerda que todos los gastos relacionados con la fuente de ganancia gravada podrán ser deducibles, tales como las amortizaciones de los equipos de computación, los gastos de internet, etcétera. A su vez, es preciso delinear que nada obsta a que estos sujetos adhieran al régimen simplificado para pequeños contribuyentes más conocido como monotributo ya que su tarea encuadraría como las relacionadas a servicios, siempre y cuando cumplan los parámetros del régimen.

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