Se debe recordar que según el Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN) la sucesión indivisa es un proceso dinástico. En este sentido, el art. 2235 establece: “el proceso sucesorio tiene por objeto identificar a los sucesores, determinar el contenido de la herencia, cobrar los créditos, pagar las deudas, legados y cargas, rendir cuentas y entregar los bienes”.

A su vez, existen dos tipos de transmisiones según el referido Código: la testamentaria que se da cuando el causante deja testamento por acto público, y la intestada que ocurre cuando no existe testamento o este no incluye la totalidad de los bienes.

Asimismo, se pueden distinguir dos grandes momentos:

1. Declaratoria de herederos: se refiere al reconocimiento de las personas como herederos. En este sentido, los artículos 2337 y 2338 del Código reglan:

“ARTICULO 2337.- Investidura de pleno derecho. Si la sucesión tiene lugar entre ascendientes, descendientes y cónyuge, el heredero queda investido de su calidad de tal desde el día de la muerte del causante, sin ninguna formalidad o intervención de los jueces, aunque ignore la apertura de la sucesión y su llamamiento a la herencia. Puede ejercer todas las acciones transmisibles que correspondían al causante. No obstante, a los fines de la transferencia de los bienes registrables, su investidura debe ser reconocida mediante la declaratoria judicial de herederos.

ARTICULO 2338.- Facultades judiciales. En la sucesión de los colaterales, corresponde al juez del juicio sucesorio investir a los herederos de su carácter de tales, previa justificación del fallecimiento del causante y del título hereditario invocado.

En las sucesiones testamentarias, la investidura resulta de la declaración de validez formal del testamento, excepto para los herederos enumerados en el primer párrafo del artículo 2337”.

2. Cuenta particionaria: es cuando se termina el estado de indivisión. Al respecto, el artículo 2363 del Código estipula: “conclusión de la indivisión. La indivisión hereditaria sólo cesa con la partición. Si la partición incluye bienes registrables, es oponible a los terceros desde su inscripción en los registros respectivos”.

En lo concerniente a las normas tributarias hay que precisar que pueden apartarse de la legislación de fondo. De hecho, desde la perspectiva de la tributación de la Nación, las normas de impuestos reconocen a la sucesión como un sujeto pasivo del impuesto.

Al respecto, la ley de procedimientos tributarios - Ley 11683 - en el artículo 5 identifica a los responsables por deuda propia estando, entre ellos, “las sucesiones indivisas, cuando las leyes tributarias las consideren como sujetos para la atribución del hecho imponible, en las condiciones previstas en la ley respectiva”. En consecuencia, la tipificación general de sujeto pasivo recae también en las sucesiones indivisas.

A su vez y a través del artículo 6, la ley antes reseñada estableció la figura de los responsables por deuda ajena, o sea, aquellos sujetos que deben cumplir ante el Fisco nacional por la deuda tributaria de otro. Al respecto, esbozó que están obligados a abonar tributos al Fisco nacional, con los recursos que administran, perciben o disponen, como responsables del cumplimiento de la deuda tributaria de sus representados, mandantes, acreedores, titulares de los bienes administrados o en liquidación, etcétera, en la forma y oportunidad que rijan para aquéllos, entre otros; “(…) quienes ejerzan la administración de las sucesiones y, a falta de estos últimos, el cónyuge supérstite y los herederos” (inciso “c”).

En lo que respecta al monotributo, en la parte pertinente del artículo 2 se regla que podrá considerarse pequeño contribuyente a “las sucesiones indivisas continuadoras de causantes adheridos al Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes, hasta la finalización del mes en que se dicte la declaratoria de herederos, se declare la validez del testamento que verifique la misma finalidad o se cumpla un año desde el fallecimiento del causante, lo que suceda primero”.

Por lo tanto, las sucesiones indivisas de aquellos causantes que hayan estado adheridos al régimen simplificado tienen un plazo limitado para seguir en el mismo, limitación temporal que fue incorporada por la reforma de la Ley 27430. Ello en la medida que durante el lapso aún cumplan con los requisitos que exige el monotributo (unidad de explotación, precio máximo unitario, tope de ingresos, tope de gastos, etc.).

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¿Cuál es el tratamiento de las sucesiones indivisas en el monotributo?