Es necesario rememorar que todo negocio empresarial más allá de cual sea su formato jurídico, se dedica a una de las posibles actividades como objeto social: actividades primarias, industriales, comerciales y de prestaciones de servicios. No obstante, siempre existe una serie de tareas que también se llevan a cabo como consecuencia de la labor principal. Estas últimas se las suele tipificar como complementarias a la central.

En este contexto, es importante precisar que así como el trabajo principal (primarias, industrial, comercial y de servicios) genera retribuciones y costos, lo mismo sucede con los quehaceres complementarios, cuya razón de ser es la actividad principal. Dichos en otros términos, las adicionales no existirían sino se ejerciera la actividad principal. De allí, que estas mismas constituyan parte integrante del ejercicio de actividades económicas, cuyas rentas y erogaciones generadas serían aptos para medir las mismas, siempre y cuando no encuadren como no computables según la normativa y doctrina vigente.

En este marco, se brindan los siguientes ejemplos de actividades complementarias a la principal que generan ingresos y gastos:

Servicio de fletes: se da en el caso de una empresa que se dedica a la comercialización de bienes (como electrodomésticos) y, a su vez, no sólo se venden estos, sino que también se presta el servicio de flete al cliente para su entrega con camiones propios o de terceros. Al respecto, no se trata de una empresa de fletes, sino de la empresa comercial que da este servicio adicional. Por lo que hay dos conceptos facturados: ingresos por ventas de bienes e ingreso por ventas de servicios de fletes. Ambos conceptos quedan amparados en el régimen general, generando no sólo los ingresos sino también gastos relacionados.
Servicios de post venta: se daría en el caso de una compañía que vende teléfonos celulares o computadoras, entre otras, prestando el servicio de post venta de actualización de software y reparación. Se trata de un trabajo complementario a la principal, que generará ganancias y consumos que son, en principio, representativos del desarrollo de la actividad.
Renta financiera: cuando la ocupación clave, cualquiera que sea, origine fondos excedentes y se inviertan en activos financieros para su resguardo, se produce una actividad financiera que no es independiente de la principal. La cual se define como tal si está definida en el objeto social siendo independiente a la principal, lo que implica que la corporación está invirtiendo el capital y los recursos obtenidos de terceros en actividades exclusivamente financieras; en donde los excedentes no los reinvierte en una actividad primaria, productiva y/o comercial, sólo se los destina a la actividad financiera. Es en estos casos en que se puede decir que se está frente a una actividad independiente, identificable y escindible de la principal, de naturaleza financiera. Por citar un ejemplo, una entidad que se dedica a vender servicios profesionales y con los excedentes los invierte en activos financieros para su resguardo. De esta manera, se originan beneficios y consunciones que son aptos para medir el nivel de actividad, siempre que no encuadre como no computable según la normativa y doctrina vigente
Etc.

En definitiva, hay muchas actividades que son complementarias a la principal y que pueden generar ingresos y gastos aptos para medir el nivel de trabajo en el país en las diferentes jurisdicciones.

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