El Ministerio del Interior italiano publicó en octubre nuevas líneas interpretativas para el otorgamiento de la ciudadanía 'iure sanguinis'. El cambio se produjo por pronunciamientos recientes de la Corte de Casación Suprema y se hicieron efectivos a través de la Circular 43347 del 3 de octubre de 2024.

En líneas generales, la nueva interpretación considera que los hijos menores no emancipados de quién hubiese adquirido una nacionalidad extranjera, siguen la suerte del padre por encontrarse sujeto a la “patria potestad” (terminología utilizada a la época) o tutela legal de este.

¿Cómo era entendida la norma hasta ahora?

Antes de la circular nombrada, la situación era más sencilla. Si el antepasado italiano no había renunciado a su ciudadanía italiana en vida, transmitía la misma a su descendiente. Además, quién si hubiera prescindido, pero lo hubiese hecho de forma posterior al nacimiento de su descendiente, también transfería la nacionalidad y no afectaba al mismo.

¿Qué cambió y cómo afecta a los solicitantes?

La interpretación propuesta implica dejar afuera a un gran universo de casos. Es decir, primer supuesto “antepasado italiano nativo adquiere ciudadanía argentina”. Si tenía hijos menores de edad entonces extiende los efectos de esta naturalización a ellos. Si sus hijos eran mayores de edad o emancipados, entonces no les afecta.

En otras palabras, si la Cámara Nacional Electoral responde afirmativamente a la solicitud (F052) y esta naturalización se produjo antes del cumplimiento de la mayoría de edad del sucesor, entonces se interrumpió el traspaso de la ciudadanía italiana a los descendientes.

El segundo supuesto es si el “antepasado italiano nativo no adquirió la ciudadanía argentina pero emigró durante su minoría de edad”. En este caso se genera la necesidad de verificar si el siguiente italiano en la línea de ascendencia no se naturalizó (lo que remite directamente al primer supuesto y la necesidad de investigar si el padre se naturalizó o no). Es decir que se debe escalar un eslabón más en la cadena.

Para esto último, será también necesario solicitar las actas de estado civil y certificado de no empadronamiento (F003) del ascendiente. Esto implica hacer nuevas solicitudes, en el mejor de los casos a municipios italianos, o bien a instituciones eclesiásticas (archivos, iglesias, etc) si a la época no existía el registro civil. Claramente esto incrementa las posibilidades de que dicha documentación se haya perdido, sea muy dificil de encontrar o contenga errores esenciales.

Además de los cambios interpretativos, se deben considerar que la Ley de Presupuesto italiana 2025 dispuso el aumento de la tasa consular de 300 euros a 600 euros. La nombrada norma también habilitó la posibilidad a los municipios italianos de percibir hasta 300 euros por la búsqueda de actas de estado civil.

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