La Agencia Nacional de Seguridad Vial, a través de la disposición 219/2025, aprobó un nuevo esquema reglamentario para el sistema nacional de licencias de conducir, que actualiza la normativa para la renovación y obtención de las licencias profesionales de transporte de cargas y pasajeros, oportunamente establecida por disposición 207/2009 (texto ordenado por disposición 54/2025).

La medida está orientada a lograr un proceso más ágil y accesible, pero sin perder de vista los estándares de seguridad vial. También se busca superar las dificultades operativas y logísticas que presenta el sistema actual en diversas jurisdicciones, como la exigencia de repetir prácticas en simuladores o en circuitos cerrados, o la de realizar cursos extensos para renovar la licencia.

Partiendo de esta premisa, el nuevo trámite de renovación de la licencia profesional exige un examen psicofísico y un curso teórico de actualización, pero con menos carga horaria.

Para la obtención de la primera licencia, también se reduce la carga horaria de formación inicial. En el examen práctico, se elimina el uso obligatorio de simuladores, y el mismo podrá realizarse en calles seguras o espacios controlados que defina cada prestador.

Eliminación de la Licencia Nacional de Transporte Interjurisdiccional (LiNTI)

Un punto destacado de la nueva reglamentación radica en la eliminación de este permiso para camiones de carga (conocido popularmente como 'registro Moyano'), que requería trámites adicionales, controles duplicados y gestiones extra en sedes sindicales, generando sobrecostos.

Descentralización y potestad de emisión

Por otro lado, se descentraliza la gestión pública, y la potestad de emitir licencias profesionales vuelve a las autoridades provinciales y municipales adheridas al Sistema Nacional de Licencias de Conducir (SINALIC).

Obtención y renovación de licencia profesional

La carga horaria exigida para quienes tramiten la primera licencia profesional se reduce a menos de la mitad de las que se requerían anteriormente.

Por otro lado, se simplifica el proceso de renovación para conductores con experiencia a dos instancias centrales: la aprobación de un examen psicofísico (que se mantiene) y la asistencia a un curso teórico de actualización.

Además, se elimina la exigencia de repetir prácticas en simuladores o circuitos cerrados y la obligación de realizar cursos extensos (antes 25 horas) para renovar la licencia a conductores ya habilitados con experiencia comprobada.

Funcionamiento de los Centros de Emisión (CEL)

Se simplifica y unifica a nivel nacional la estructura edilicia mínima y la formación exigida a instructores y operadores. Además, se suprime la obligatoriedad del simulador para la evaluación de aspirantes, lo que dificultaba el acceso a la licencia profesional en varias jurisdicciones por falta de equipamiento.

También desaparece como condición indispensable la existencia de un circuito cerrado de manejo. Cuando no haya un circuito cerrado, las autoridades podrán habilitar calles de baja circulación que se cierren de manera transitoria para realizar los exámenes prácticos.

Los CEL se clasifican en dos grandes grupos: Tipo A (avanzado) y Tipo B (intermedio), según las categorías de licencia que otorgan y sus requisitos. La ANSV monitorea los procesos mediante herramientas informáticas que validan los exámenes e integridad de los datos.

Eliminación de la Licencia Nacional de Transporte Interjurisdiccional (LiNTI)

Descentralización y potestad de emisión

Obtención y renovación de licencia profesional

Funcionamiento de los Centros de Emisión (CEL)

También te puede interesar:

¿Qué cambia en la licencia de conducir profesional?