Se trae a la memoria que el Régimen de Regulación de Activos consistió en un sistema de sinceramiento de activos ocultos personales y empresariales existentes al 31 de diciembre 2023, más conocida como fecha de la regularización. Por lo tanto, la fecha de preexistencia para poder legimitarlos en cualquiera de sus etapas, implica la existencia de los mismos a esa fecha determinada, más allá de lo que haya sucedido posteriormente.

En función de lo indicado se puede extraer como conclusión de que la fecha de incorporación patrimonial debió ser el 31 de diciembre de 2023. Sin embargo, el decreto reglamentario del régimen de marras estableció que a los fines de la incorporación de los activos debe tenerse en cuenta en todos los casos el 1 de enero de 2024. Hay que aclarar en este marco que esto conlleva a que la fecha indicada es simplemente una cuestión de reordenamiento patrimonial, pero que de ninguna manera niega que los activos eran existentes al 31 de diciembre 2023 y que han quedado legalmente exteriorizados a los fines de los impuestos. O sea, fue una cuestión meramente práctica se podría decir.

Lo indicado es muy importante si se tiene en cuenta que para los cierres fiscales diciembre hay que efectuar ahora el ajuste por inflación impositivo en relación al ejercicio 2024, el cual va de enero a diciembre de dicho año. En este sentido, hay que realizar el AXI estático al 31 de diciembre de 2023 por lo que puede interpretarse que los activos ocultos, que quedaron exteriorizados existían a dicha fecha. Incluso, cuando el decreto reglamentario 608 se refiere a la regulación de los bienes de cambios establece que en estos casos no formará parte del inventario inicial. Esto quiere decir que los activos regularizados en cualquiera de las etapas forman parte de los saldos iniciales de los ejercicios con cierre diciembre, salvo excepción los bienes de cambio. En conclusión, se cree que en los ejercicios fiscales con cierre diciembre, los activos regularizados forman parte de los saldos existentes al 31 de diciembre 2023, a los fines de confeccionar el famoso ajuste estático por inflación.

En este ámbito, se recuerda que los bienes computables en el estático son aquellos que son de naturaleza monetaria y en el régimen de regulación se pueden haber sincerado tanto activos monetarios como no monetarios. Dichos en otros términos, activos computables versus activos no computables. A modo de ejemplo, si un contribuyente regularizó una maquinaria empresarial la cual encuadraba como bien de uso, demás está decir que sería en principio un activo no computable. Lo mismo sucedería si regularizó como activo empresarial acciones u otros activos financieros variables. Diferente sería el caso si regularizó, por ejemplo, tenencias de moneda nacional o extranjera, así como también se regularizó títulos de renta fija del país tales como títulos públicos del país. En estos últimos casos estamos hablando activos computables.

A su vez, el único caso de regularización de activos ocultos computables que no formarán parte del estático se da en el caso de los que son de cambio, ya que la norma del decreto reglamentario dispone que no formarán parte del inventario inicial. Y esta limitación aplicaría tanto para la determinación del costo de la mercadería vendida del ejercicio 2024 como del AXI impositivo estático.

Adicionalmente, es necesario poner el relieve que cuando se habla de activos ocultos computables se hace referencia a patrimonios empresariales que se hayan sincerado y no a los activos personales. Por ejemplo, si una persona física regularizó tenencias de efectivo que correspondían al patrimonio personal esto no afecta el ajuste por inflación impositivo.

Por último, se quiere destacar que en principio la regularización de activos no afecta el ajuste por inflación impositivo dinámico de un modo especial, sino que para los cierres diciembre solo afectaría al estático.

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